Si os gustan la tramas complejas en las
que el argumento da tumbos y giros sin cesar, y la acción con toques
de telequinesis, teletransporte y explosiones, entonces os gustará
esta serie de animación. En ella se plantéa una actualidad en la
que existe la magia, oculta a los ojos de los hombres. Está
controlada por dos fuerzas, una que representa la creación, y otra
la destrucción. Mientras que de la primera existen múltiples magos
que velan por el orden absoluto del mundo y todo aquello que puede
ser medido, de la segunda solo se tiene una profecía, la de un mago
del éxodo que destruirá el mundo y traerá el caos.
Los protagonistas, curiosamente, no son
magos, ni tienen el don de la magia, pero pueden realizar conjuros
básicos y en muchos casos prefijados mediante talismanes que
obtienen de los verdaderos magos. Así, cuando grandes masas de
tierra se alzan, y aparecen unas mariposas que convierten a todos los
seres humanos en la redonda en estatuas de metal, los dos jovenes,
inmunes a esta enfermedad mágica, son contactados por una poderosa
maga que naufragó en una isla, y les convence para que eviten la
catastrofe.
El argumento hace constantes extrañas y no siempre acertadas menciones
a dos obras de Shakespeare, Hamlet y la Tempestad; ambos
protagonistas estaban relacionados con una chica fallecida hace
tiempo, y mientras que uno, su hermano, solo accede a salvar el mundo
a cambio de la promesa de una maga de llevarle ante el asesino de su
hermana, el otro protagonista, que fue en secreto pareja de la chica,
solo busca hacer el bién, en principio.
Miguel Ángel Simón Porro